El mundo necesita paz

El artículo “Britain’s place in the world”, The Economist, 2 de enero de 2021, pp. 1-66 evalúa el lugar de Gran Bretaña teniendo en cuenta criterios como: defensa, industria, Brexit, pertenencia a varias organizaciones internacionales, etc. Uno de los comentarios que se le pueden hacer a esta evaluación del papel de Gran Bretaña es que no considera el papel de este país en el proceso de paz y pacificación de Medio Oriente. El Reino Unido es uno de los principales exportadores de armas y participa directa o indirectamente en los conflictos de esta región del mundo. Hombres, mujeres y niños son sus víctimas desesperadas y las infraestructuras son destruidas a causa de este armamento. El papel de un país en el mundo no debe juzgarse únicamente sobre la base de su fuerza armada y sus intervenciones, sino también considerando el bienestar que aporta a las poblaciones afectadas. Ciertamente, el Reino Unido contribuye a la ayuda internacional. Sin embargo, ¿en qué medida este país contribuye al cumplimiento de las convenciones y el derecho internacional? ¿Qué pasa con el fracaso del mandato británico sobre Palestina y sus catastróficas consecuencias para los palestinos? Además, el actual gobierno británico está formado por una mayoría de conservadores que muestran hostilidad hacia ciertos países que se encuentran en una posición débil y apoyan, a toda costa, el exceso de armamento de otros países.
Las exportaciones de armas estimulan en parte el crecimiento económico, pero desencadenan o alimentan conflictos y también obstaculizan el crecimiento económico y causan muchas víctimas. Se llevan la vida de personas inocentes. ¿Es este el mundo con el que soñamos?
El mundo necesita paz.